¡Aprende con nosotros a preparar un delicioso cheesecake! Una vez que hayas dominado la técnica para hacerlo, las opciones se vuelven ilimitadas. Amplía el relleno clásico con cremosos remolinos de matcha, un toque de lima; incluso puedes agregar un trago de whisky.
En cuanto a la corteza, seguro te encantará la base clásica de galletas graham (si no consigues, puedes comprar galletas maría): es tan sutilmente dulce, tan a nuez y contrarresta la cremosidad del relleno a la perfección.
Si no tienes el tiempo necesario para preparar tu postre, pide tu cheesecake en servicio a domicilio, ya que lo más importante de todo es disfrutar este postre en compañía de tus seres queridos. ¿No crees?
Aquí te decimos cómo hacer un cheesecake absolutamente perfecto.
Haz la corteza y prepara un delicioso cheesecake
Si comienzas con galletas integrales, rómpelas en trozos grandes y agrégalas a una licuadora, junto con mantequilla derretida, una pequeña cantidad de azúcar y una pizca de sal.
Una vez que la mezcla se desmorone y se mantenga unida, coloca la mezcla en un molde desmontable.
Presiona la mezcla de la corteza plana en el sartén
Para lograr que una corteza de galletas graham se mantenga bien unida y lograr un delicioso cheesecake, trata de colocar esa especie de masa azucarada y mantecosa en la base de tu molde desmontable de manera uniforme y firme.
Esparce la masa para formar una capa uniforme y luego usa la palma de tu mano, el fondo plano de un vaso o una taza medidora de ingredientes secos para darle forma a la corteza.
Si horneas previamente tu corteza, asegúrate de dejar que se enfríe por completo antes de continuar con el siguiente paso.
Bate el queso crema con los demás ingredientes
Usando una batidora de mano, bate gradualmente el queso crema con azúcar, extracto de vainilla y cualquier otro ingrediente requerido en la receta, hasta que la mezcla de relleno esté muy cremosa y uniformemente mezclada.
La mayoría de las recetas requieren batir los huevos al final para evitar sobrepasarlos.
Agrega los huevos uno a uno, batiendo después de cada adición, hasta que estén completamente incorporados.
Recuerda, estás haciendo un cheesecake, no un soufflé, por lo que no es necesario seguir batiendo una vez que se licúa la mezcla.
Hornéalo a baño maría
Una vez que el relleno esté listo, pon a hervir una olla con agua. Vierte el relleno en el molde desmontable, extendiéndolo uniformemente sobre la corteza.
Coloca el molde desmontable en uno más grande que esté profundo y colócalo en el horno en la rejilla de en medio.
Vierte el agua hirviendo en la olla más grande, de modo que llegue hasta la mitad del costado de la olla desmontable.
Hornea hasta que el borde del relleno sea de un color marrón dorado claro, la parte superior sea de un color dorado claro y el centro apenas se mueva.
Déjalo enfriar durante la noche antes de servir
Retira el molde desmontable del baño de agua, transfiérelo a una rejilla y déjalo enfriar.
Refrigera tu cheesecake hasta que esté completamente frío antes de servir, al menos 6 horas y preferiblemente durante la noche. Abre y retira el costado del molde desmontable, colócalo en una base redonda lo suficientemente grande.
Para cortar el cheesecake, usa un cuchillo de rebanar largo y límpialo con un paño de cocina húmedo entre las rebanadas.
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