Prepara el Cold Brew perfecto en casa

Esta infusión fría a menudo se confunde con el café helado frío, pero no son lo mismo. Hay muchas formas de preparar un Cold Brew (infusión en frío en español). 

La más fácil es remojar los granos de café molidos en agua helada durante más de 20 horas para filtrar la mezcla de café, es decir, conseguir la infusión en frío. Se ha vuelto popular recientemente, pero sus orígenes son mucho más antiguos.

Breve historia del Cold Brew

En el siglo XVII, los comerciantes de café holandeses comenzaron a comercializar café de las islas de Indonesia a Japón. Para evitar que el café se echara a perder durante los largos viajes por mar y no prender fuego a sus barcos de madera, comenzaron a idear una forma de preparar grandes cantidades de café sin dañarlo. 

Esta búsqueda llevó a la invención del Cold Brew o infusión de café en frío. El método de elaboración es increíblemente simple. Después de su descubrimiento, fue adoptando por Asia poco a poco y después al resto del mundo.

Actualmente se repuntó la tendencia de esta infusión, siendo una de las bebidas más populares. Te recomendamos conocer y formar parte del programa “miembro de Starbucks reward” y utiliza tus estrellas acumuladas para adquirir esta bebida con diversos sabores como caramelo, chocolate o vainilla. 

Vaso de Cold Brew preparado junto a una prensa francesa

¿Cómo se hace la infusión fría?

Se trata de combinar café molido con agua fría y dejar reposar la mezcla en el refrigerador durante la noche. Lo que te quedará es un concentrado que puedes disfrutar de inmediato o almacenar para los próximos días. 

Otra razón por la que una infusión en frío es extraordinaria se debe al proceso de remojado en frío. El café y el agua se infunden gradualmente dando resultando en una mezcla suave, menos ácida o amarga. 

¿En qué se diferencian el café caliente y el Cold Brew? La infusión de café en frío es la mitad de ácida que el caliente, tiene sabores naturales y dura más. Se puede almacenar hasta un mes si se refrigera en un recipiente sellado. 

¿Cómo preparar un Cold Brew perfecto en casa?

Primero que nada, es vital obtener un molido no tan fino de café. De esta manera, la infusión no se volverá amarga durante la noche y se generará ese sabor delicioso y suave.

En un frasco de vidrio con tapa, agrega 100 gramos de café molido y 5-6 tazas de agua regular y revuelva bien. Si quieres que un Cold Brew suave, déjela en el refrigerador durante 12 horas. En caso de que desees una mezcla fuerte, 24 horas es el momento ideal para obtener la mezcla perfecta.

Por último, pero no menos importante, es vital colar la mezcla. El mejor método para hacer esto es colar la infusión fría suavemente a través de un colador y después por una gasa. Para conseguir una consistencia mucho más suave, puedes usar un filtro de café. ¡Y listo, tu Cold Brew está listo!